martes, 28 de febrero de 2012

Poder sin límites.

Siempre me resultó muy difícil aceptar muchas cosas en la vida. Siempre me resultó difícil darme cuenta de muchas cosas. Pero ésto me queda muy claro. Siempre, aquellas personas que no gozan de poder se sienten inferiores a las que sí ¿Pero, y cuando esas personas obtienen un poder? ¿Cuando esas personas se dan cuenta de que sirven para algo que los demás no pueden hacer? Cuando esas personas se dan cuenta, abusan de eso que obtienen y, luego, terminan creyéndose de una raza superior. Después, se dan cuenta que todos somos exactamente iguales, con dinero, o sin dinero. Pues aquellas personas que gozan de algo que las demás no, pueden ser cualquiera.
Ray Charles, en su niñez, era un chico que no gozaba de buena vida. Vivían en una choza, muy pequeña, y su madre era una sirvienta. Él mismo decía que en la escala de miseria ellos ocupaban el peor puesto, “nada más abajo que nosotros, excepto la tierra”.
Luego de muchas cosas que le fueron sucediendo, como aprender a tocar el piano en su estado de ceguera, aprender a tocar Gospel -que decían que era la música del diablo-. Gracias a eso, después de muchos años, pudo sacar un disco con temas que a la gente le fascinaron y, con ello, pudo obtener la gran necesitada fama. Al principio el abusaba de ella. Miles y miles de mujeres se enamoraban de su voz, de sus canciones. Como el nunca pudo tener tantas, se había convertido en un vil mujeriego, aún ya teniendo esposa, la cual lo adoraba, e idolatraba. También obtenía mucho dinero y, gracias a ello, un buen vivir. Claro, todas esas cosas eran la que le faltaban en su infancia, y las que le faltaron en su vida ¿Cómo no aprovechar, ahora que las tenía? Pero todo eso, llevó a algo mucho peor. Desde sus comienzos en la música, su saxofonista le comparte heroína pero, antes de eso, le advierte que se está metiendo en cosas que no son muy sencillas. Él se deja llevar, y se vuelve adicto. Su esposa lo descubre, y siempre le da miles de sermones. Pero.. Charles no puede aceptar las verdades que su esposa le dice, solo piensa en seguir consumiendo, y no compartir a nadie más. Luego se da cuenta que no puede vivir siempre de las drogas, que esas cosas pueden sacarle lo que más ama en el mundo, además de a sus mujeres, a su esposa, y a sus hijos, que es la música. Está decidido a ir a rehabilitación, en la cual sufre de deshidratación, entre otras de miles de cosas. Pero gracias a su fuerza de voluntad, pudo terminar de salir a delante, y dejar las drogas. Después de todo, logra darse cuenta que no tiene porqué abusar de las cosas que le hacen bien, porque eso puede llegar a perder todo lo que una vez amó.

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