domingo, 27 de abril de 2014

La rutina.

Todos los días a las siete de la mañana te tomás el colectivo con las mismas personas. En la calle, caminando hacia tu destino, los negocios cerrados se están por abrir gracias a los mismos rostros que ayer hicieron la misma acción. Pasándote el semáforo rojo pedaleando agitada, la persona que hoy te está observando el día anterior lo cruzó caminando en verde. El sábado mientras ponés música en la rocola un señor te entrega cinco fichas, asimismo el mismo día de la semana pasada. Todos los domingos por la mañana te atiende esa mujer con aspecto añejo en la panadería de la vuelta de tu casa. Volviendo los lunes del trabajo con la bicicleta, la semana pasada a la misma hora también te cruzaste a la señora con el pelo mal teñido volviendo de hacer los mandados. Los viernes en el bar donde tomás café y hacés tus trabajos, el mesero con ojos oscuros y gran sonrisa siempre te toma el pedido. 


En general los rostros que se manifiestan día tras día en tu rutina son de personas que desconocés. Aunque, gracias a la rutina, instantáneamente se convierten en alguien, alguien que nunca más te será un extraño

jueves, 10 de abril de 2014

No te quiero.

Creo que me repetí demasiadas veces lo mismo.
Demasiadas veces me dije que no debería buscar a nadie, y que no debería hacerme expectativas.
Por su puesto nunca me escucho, porque claramente sigo haciendo la misma estupidez.
No me interesa ver a nadie, conocer a nadie, no por ahora. No quiero, no lo necesito.
Y lo que necesito es desconectarme de todo el mundo, bloquear a la gente que no quiero.
¿Pero cómo se hace eso? Mirá che, no tengo ganas de hablar con vos ahora, y no porque no me caigas bien, sino porque de verdad no tengo ganas de verte, no tengo ganas de que me hables, no tengo ganas de volver a hablar con vos como hacía meses atrás, ¿y sabés por qué? Porque de verdad no tiene sentido.
Ahora, reunir el valor para decirlo no es nada fácil, más que nada porque vos no sabías ni sabés qué le pasaba a esa persona con vos.
Igualmente, sigo diciendo que yo soy una enamoradiza. Y que soy demasiado pelotuda para este tipo de cosas.
Es como, wow te conocí hace tres días, tenés un montón de cosas en común conmigo, te amo.
MENTIRAS.
No podés amar a una persona con tan solo conocerla durante tres días. Hay que intentar conocer a fondo a una persona para poder amarla. Esas cosas me revientan.
Además, ridículo que una persona de su tipo venga a tirarle onda a una persona de mí tipo. Y no me refiero a por si soy fea o si tengo algo malo. Nono, me refiero a otro tipo de cosas que prefiero no aclarar.


No te quiero hablar.
No te quiero ver.
No quiero nada tuyo.
No quiero que te enojes, pero no te quiero.