lunes, 8 de diciembre de 2014

No soy hermosa.
No entiendo qué es lo que ve en mí que tanto le gusta. 
Me gustaría que me dijera todo, así poder quitarme todas esas dudas.
¿Mi pelo? ¿Mi sonrisa? ¿Mis ojos? ¿Mis piernas? ¿Mi nariz? ¿Mi risa? ¿Mis cambios de humor? ¿Mis rarezas? 
Soy cualquier cosa, muy desastrosa, hiper desordenada, y bastante molesta.
No soy hermosa.
Pero algo debo de tener. 
Creo. 
El ciervo estaba quieto, sentía que algo detrás de sí se movía. Pero, ¿qué era? No, seguro era su imaginación, era imposible que algo lo siguiera, no este día tan precioso.
Esperen, si, algo lo sigue.
Oh, seguro es un tigre, ¡Oh, no! ¡Viene a comerlo crudo! ¡A despellejarlo! ¡VA A MORIR, A MORIR!

Pero.. esperen, qué.. ¿qué es eso? ¿Otro cierv..? ¡Otro ciervo! Oh que susto nos has dado. Otro ciervo, que coincidencia encontrarnos en este día maravilloso. Ven aquí, disfruta. Al ciervo le gusta la compañía. 

Deseo.

Nunca podré tener aquello que desde hace varios años deseé. 
O quizás si podré, pero tendré que hacer muchos sacrificios. 
¿Qué tipo de sacrificios? La verdad es que no lo sé. 
¿Tendré que lastimar? Quizás si, y hasta pueda dejar heridas que sangrarán durante toda la vida.
¿Tendré que lastimarme? Es posible, recuerdos volverán, esos que desde hace tantos años me hicieron desear tener aquello que siempre deseé. 

Aquello que deseé..
Aquello que siempre anhelé. 
Nunca será mío. 
Nunca. 
Mío.