sábado, 27 de abril de 2013

No nos podía faltar en el mes de abril un fragmento de El principito, una novela corta del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry. La obra fue publicada en abril de 1943. Yo por mi parte elegí un capítulo que me gusta mucho. Éste capítulo no tiene nombre, pero podríamos llamarlo..

"¿A qué llamamos domesticar?" - XXI.


Fue entonces que apareció el zorro:
- Buen día - dijo el zorro.
- Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.
- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...
- Quién eres ? – dijo el principito. – Eres muy bonito...
- Soy un zorro – dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste...
- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.
- Ah! perdón – dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
- Qué significa "domesticar" ?
- No eres de aquí – dijo el zorro –, qué buscas ?
- Busco a los hombres – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?
- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."
- Crear lazos ?
- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...
- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...
- Oh! no es en la Tierra – dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado:
- En otro planeta ?
- Sí.
- Hay cazadores en aquel planeta ?
- No.
- Eso es interesante ! Y gallinas ?
- No.
- Nada es perfecto – suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- Por favor... domestícame ! – dijo.
- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !
- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
- Qué es un rito ? – dijo el principito.
- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- Entonces no ganas nada !
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
Luego agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas.
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.


Podemos entender entonces que todos, absolutamente todos, estamos domesticados. Ya sea por amigos, familia, animales, objetos, plantas o inclusive palabras.

Mariel Guillamon.

martes, 23 de abril de 2013

Para Federico.

Sí, sé que no te gusta que te llamen Federico, pero así queda un poco más serio y te asustás.
Bueno, es 23 de abril, y son las 11.11 de la noche, y no sabía como decirte esto que voy a decirte. 
Sinceramente, desde que sé que existís me resultaste una persona completamente dulce y tierna, pero al ser el "hermano" de mi mejor amiga nunca dije nada. Te fui conociendo mejor, y cada vez me interesabas más, y más, y más. Hasta que un día entendí que no era que me interesabas, sino que me gustabas. Si, me gustás. Me gusta la forma en la que me mirás, tus ojos, me gusta tu voz. Tu sonrisa me da vuelta la cabeza. Me gustan tus abrazos, me gustan tus besos. Tu sinceridad, tu risa. Me gusta que seas así de tierno, dulce y sensible conmigo.
Me acuerdo cuando nos vimos en febrero, solos, en el jumbo. Me reía tanto, pero a la vez tenía tanta vergüenza. O sea, creo que ahí entendí que no era vergüenza porque no salíamos juntos solos nunca, ¡sino porque me gustabas!
¿Y sabés qué es lo peor? Que a vos te gusta Azul, o eso creo yo, o eso me hacés pensar. Aunque no es solo eso, el hecho de stalkearte todos los días también me hace suponer que necesito saber de vos. 
Me gustás, y no es por el simple hecho de que seas precioso y eso, sino por el hecho de que sos un chabón que vale la pena. 
Aunque sé que nunca vas a leer esto (que igualmente espero que lo hagas), ojalá me contestes.

Te quiere, Mariel.

lunes, 22 de abril de 2013

Pachamama.

Todos los días veo con amargura cómo es que personas de todas las edades tienen un tacho a tan solo metros y en vez de eso, optan tirar la basura en el piso. Veo cómo es que queman gomas, hojas, papeles, basura, y contaminan el aire. Todos los días observo cómo se desperdicia el agua. Veo cómo es que se destruyen parques, se matan miles de animales en cautiverio, cómo talan árboles, cómo se desperdicia el papel. Estamos destruyendo a la madre que nos sostiene todos los días en su cuerpo, que nos da alimento, oxígeno, agua, luz, oscuridad. Estamos destruyendo a la Tierra. Feliz día Pachamama, y gracias por seguir soportando día a día los desastres de nosotros, los humanos.

jueves, 18 de abril de 2013


¿Sobre qué se trata el arte del teatro

El teatro es una rama del arte escénico que se relaciona con la representación de historias diferentes. 
Me tomé un poco de tiempo para buscar más información acerca de los orígenes del teatro. Si me siguen, aquí les mostramos un poco de historia...

La mayoría de los estudios consideran que los orígenes del teatro deben buscarse en la evolución de los rituales mágicos relacionados con la caza, en África.

En Antiguo Egipto, a mediados del segundo milenio antes de la edad cristiana, se representaban ya dramas acerca de la muerte y resurrección de Osiris. Se comienza el teatro por medio de máscaras y dramatizaciones con ellas.

El teatro griego surge tras la evolución de las artes y ceremonias griegas como la fiesta de la vendimia, ofrecida a Dionisos, donde los jóvenes iban danzando y cantando hacia el templo del dios. En el curso del siglo V a. C., durante la edad clásica de Grecia, se establecieron los modelos tradicionales de la tragedia y la comedia, y los dramaturgos Esquilo y Sófocles añadieron respectivamente un segundo y tercer actor a la acción, lo que dio a ésta una complejidad que hacía necesaria la creación de mayores escenarios. Para ello se erigieron grandes teatros de piedra, capaz de albergar unas 12.000 personas. Las representaciones del teatro griego se hacían al aire libre, contaba con coro que cantaba y danzaba en torno a un altar.

Los teatros romanos heredaron los rasgos fundamentales de los griegos, si bien introdujeron ciertos elementos distintivos. Con objeto de mejorar la acústica, los arquitectos romanos redujeron la orquestra a un semicírculo, y los espectáculos se presentaban sobre una plataforma, que constituye el origen de los modernos escenarios.

En las culturas americanas prehispánicas el teatro llegó a adquirir un notable desarrollo, particularmente entre los Mayas. Se hallaba parcialmente vinculado a los ciclos agrícolas y a la épica de sus eventos históricos.

Las manifestaciones dramáticas en Asia se remontan a épocas antiquísimas. El carácter marcadamente ritual y simbólico del teatro oriental que determinó un protagonismo de la música y la danza muy superior a la occidental.

Muy diferentes fueron los teatros erigidos en Inglaterra durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, época de excepcional esplendor del género dramático, entre los que se destacó el londinense The Globe donde presentaba sus obras William Shakespeare. Carentes de techo y construidos de madera, su rasgo más característico era el escenario elevado rectangular, en torno al cual el público rodeaba a los actores por tres lados, mientras las galerías se reservaban para la nobleza.

En España, y en la misma época que el teatro Isabelino en Inglaterra (siglos XVI y XVII) se crean instalaciones fijas para el teatro al aire libre denominadas Corrales de Comedias, con las que guardan similitudes constructivas.

El transcurso de los siglos XVII y XVIII dio lugar a un gran enriquecimiento de la escenografía. La recuperación por parte del drama clásico francés de la regla de las tres unidades —acción, tiempo y lugar— hizo innecesaria la simultaneidad de decorados, con lo que se empleó sólo uno en cada acto, y pronto se generalizó la costumbre de cambiarlos en los entreactos.

Durante la mayor parte del siglo XIX las ideas arquitectónicas y escenográficas se mantuvieron en esencia inalterables. La aparición del teatro moderno, pues, se caracterizó por su absoluta libertad de planteamiento mediante el diálogo con formas tradicionales y las nuevas posibilidades técnicas darían lugar a una singular transformación del arte teatral. En el campo del diseño arquitectónico y escenográfico las mayores innovaciones se debieron al desarrollo de nueva maquinaria y al auge adquirido por el arte de la iluminación, circunstancias que permitieron la creación de escenarios dotados de mayor plasticidad y liberaron al teatro de la apariencia pictórica proporcionada por la estructura clásica del arco del proscenio.


"Crítica" personal.

El ser actor siempre me pareció fascinante. Admiro mucho su trabajo.
A veces, cuando veo una serie, una obra de teatro, o una buena película, me identifico con ciertos personajes. Es muy loco el entender que no es verdad lo que ves, sino que es solo "actuación".
El acordarse de los guiones, la expresión corporal, las miradas, todas esas cosas que llevan su tiempo. Por eso me molesta la gente que dice que los actores son vagos. Porque si sos actor comprometido con tu trabajo, nunca vas a llegar a ser un vago.  No vas a hacer otra cosa que ensayar, y matarte para que te salga bien lo que te resulta complicado.
Dicen que, cuando uno puede hacer llorar o reír a un espectador es ya un actor completo ¿Ustedes piensan lo mismo al respecto?

Mariel Guillamon.

lunes, 8 de abril de 2013

Barullos en mi cabeza.


Siempre fui esa típica mina a la que le decían nerd, aún sin tener las mejores notas, ¿y saben por qué? Porque seguía las reglas. El problema más grabe que tengo yo es ese. Seguir las reglas. Bueno, no siempre, pero la mayor parte del tiempo quiero que todo salga perfecto, tal y como se planeó. Pero, me causa mucha gracia el entender que la persona que sigue las reglas es, muchas veces, la persona que termina perdiendo. Hay otras personas que para hacer las cosas como gustan las hacen de mal modo, pero su resultado es excelente. 
El mundo desde pequeña me inculcó que la careteada, la falsedad, el egocentrismo, el maltrato, la represión, dan a tu vida cosas mejores. Pero solo tu vida, no a la de los demás.
El mundo en el que vivimos es muy cruel. A la gente mala le pasan cosas buenas, y la buena le pasan cosas malas. Irónico, ¿no creen?
En el mundo en el que vivimos, las personas malas, haciendo contrabando, maltratos, asesinatos, robos, consiguen mucho más que las personas buenas haciendo miles de esfuerzos.
Hay personas buenas que tienen suerte, quiero decir, hacen las cosas bien, y rápidamente el destino les cambia la jugada para que les vuelva todo a su favor. Pero en mi caso no. En mi caso hacer cosas buenas a veces me llevaba a que me pasaran cosas malas. 
Aunque a medida que voy creciendo, me doy cuenta que cuando realizamos buenas acciones no tenemos por qué esperar nada a cambio. El servir, el ayudar, el acompañar, el escuchar, el aconsejar, todas esas cosas que a otro desde afuera le parece insignificante, a uno desde dentro le completa el alma, te hace sentir bien, fortalecido, sencillo, bueno, humilde, humano.
Por eso nunca esperemos nada a cambio. Si vas a hacer algo que sea desde el corazón.

martes, 2 de abril de 2013

Mientras fumaba, por Pepa Miranda


'Nos habíamos reencontrado con una gran amiga de la infancia, era la hermana de mi cuñado, con la cual había vivido muchas cosas locas en mi niñez. Hablando del amor me había preguntado como me había ido a mi con mis novios, contesté que no muy bien. Mi vida amorosa siempre había sido un desastre.
-¿Y tu?
-Yo me enamoré mirando por una ventana.- Tomó aire, y entonces me contó su historia. 
Yo era secretaria, y trabajaba en un segundo piso, en la oficina, y cuando tenía ganas de fumar pues, fumaba en la ventana. Y un día mirando por la ventana vi una chica llorando, en el edificio de enfrente. Lloraba desconsolada frente al espejo. Pero ella se cogió su cola, se puso su chaqueta; impasible salió a la calle. Serena. Y la vi, como se alejaba por la acera. Al día siguiente la volví a ver llorar, y al día siguiente, y al otro. Empecé a ir antes a trabajar. Salía más tarde de la oficina. Y la veía desayunar, la veía peinarse. Y llorar. Siempre lloraba. Y eso me provocaba... Ternura. Así que empecé a seguirla. Así empezó todo. 
-¿Y por qué lloraba? 
Un silencio incómodo se adueñó de la sala forense.
-Porque había matado a un hombre. 
Al terminar de contarme su historia la mirada de Pepa cambió. Había dejado de tratarme cariñosamente para volver a serme fría.'
Hay días en los que te levantás y no tenés ganas de salir de la cama. Los días húmedos, grises y lluviosos son uno de esos. Ayer comenzó a llover al anochecer, y hoy a la mañana amanecí con la ventana llena de gotas en la persiana, y con la sábana mojada, ya que la ventana se abrió durante la noche. Lo primero que hice fue mirar hacia afuera, sonreír, y pensar que hoy sería un día como los domingos. Muy aburrido.

lunes, 1 de abril de 2013

Funky futurista.