sábado, 22 de diciembre de 2012

Encontré definitivamente mi cura. Pude encontrar lo que me faltaba. Me di cuenta de que cantar solo es precioso, y que cantar en grupo es mucho mejor. Somos un equipo, una familia. Todos nos apoyamos, todos intentamos siempre dar lo mejor de cada uno. Sí, hay gente que quizás de menos que otra, - me incluyo - pero es cuestión de tiempo, para poder tomar las decisiones correctas. Nunca entendí como es que el canto me hace sentir éstas cosas. Quiero decir, son sentimientos inexplicables, que solamente una persona que de verdad ama esto puede entender. Cuando estoy en los ensayos, o en las clases de técnica, absolutamente todo lo malo huye de mi mente. Se escapa. Nada de lo que sucede allá afuera me sucede a mi, no me peleé con nadie, nadie murió. Y luego, todo ese embrollo sale como fuegos artificiales, resplandecientes, deslumbrantes. Aunque si, nunca voy a negar que hay veces que me da miedo prender la mecha para que salgan y deslumbren. Últimamente estoy intentando poder tener un pequeño lanzamiento solista de vez en cuando, ya sea en la escuela, o en coro. El último concierto, e hice un solo ¿Ustedes entienden mi alegría, mi euforia, mi desesperación? Mi primer solo en el coro, y solamente estuvo mi familia para verlo (de sangre, y de corazón). Aunque, lo que logró superar mis expectativas, fue escuchar a Fito diciendo 'No pensé que te ibas a animar, muy bien Patri por hacerla liberarse'. Que mi maestro, mi gurú, mi Buda, me haya dicho eso fue completamente magnífico. De verdad superó todas mis expectativas. En el concierto, recuerdo estar cantando Amazing Grace, habrá sido casi en el final, cuando todo el sonido estalló, y recuerdo ese cosquilleo detrás de los ojos. Casi lloro. En fin, estoy muy contenta con todo lo que logré este año, aprendí mucho, pude terminar de hacer todas las cosas que comencé, y las terminé bien. No me llevé materias, no rompí nada, canté bien, encontré a lo que de verdad me quiero dedicar.. El Canto. Bandas, música, vida.

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