domingo, 9 de diciembre de 2012

Creer o no creer.

Yo crecí obligada a creer en algo en lo que yo nunca creí, y cuando pensaba que no era cierto lo que en todos esos lugares me decían, lo que todas esas personas me inculcaban, me ponía mal, porque pensaba que lo que estaba pensando era algo horrible y que me iba a arruinar la vida. Con los años, y las clases de historia, las lecciones de vida, con las noticias, con los hechos, con las realidades, y con otras cosas que me llamaban la atención, comprendí que nací criada con una mentira. Siempre mentiras. Que el Ratón Perez, que Papánoel (en el que yo siempre voy a creer dentro de mi corazón), que Dios, que Jesús, que María, que los Reyes, que... Basta. No tienen necesidad de lavarme el cerebro desde tan chiquita ¿Con qué criterio se le implanta una creencia a un hijo desde tan chiquito? ¿En que cabeza no entra que el ser humano tiene que creer en lo que se le cante el culo y que para eso tiene que investigar? Yo no creo en Dios, ni en Jesús. Porque después de un tiempo me di cuenta de que todos esos hechos están deformados por una cosa que jamás en mi vida me banqué, la Iglesia. Desde chiquita me gustaban esas canciones que en esos edificios enormes se escuchaban perfectas y hermosas. Cuando comencé a preguntarme para qué, por qué, quién, cómo, dónde... Todos los hechos me llevaban a cosas sobrenaturales y con poderes que no tenían sentido alguno para mí. En mi vida Dios solamente existió cuando mi abuelo vivía. Desde que él no está, es como que toda expectativa de un Dios supremo que siempre arregla todo, que vive siempre contento, con ganas de ayudar, se esfumó. Si esa persona fuese compasiva, fuese buena, creo que todo lo malo de este mundo estaría completamente resuelto. Me embronca que piensen que porque yo no creo soy una mala persona ¿Y si creo en otra cosa? Me parece que todo lo vivido se relaciona con algo completamente científico y/o psicológico. No creo en ese ser poderoso y superior; y no porque no crea soy una mala persona. Nunca me gustó meterme en asuntos de religión desde que decidí ser Atea. Pero me saca la gente que quiere inculcarte cosas sobre su religión en la cabeza. Yo no te carcomo con la idea de que tu Yisus y tu God existen, así que a mi no me carcomas la cabeza con cosas que, la verdad, no me interesan. Siempre la religión termina haciendo incrédulos a todos, en cualquier época se puede ver eso. 'Gracias a dios', 'fue todo porque recé'. LAS BOLAS, FUE PORQUE TUVISTE CULO, PORQUE HICISTE LO QUE TENÍAS QUE HACER AL PIÉ DE LA LETRA. No fue porque un ser que nos mira desde el cielo con cara de superior te arregló las cosas. Aparte, ¿por qué tengo que hacer exactamente lo que un libro me dice, lo que un dictado me dicta? No hago lo que me piden mis viejos, menos voy a hacer lo que me dice un libro que habla de que la mujer es inferior y que el hombre predomina en todas las cosas. Yo no creo, y no me molesta que vos sí creas. Ojo, con todo esto no quiero decir que las personas que creen en Dios son personas pelotudas. Nada que ver. Yo digo que la gente que SOLAMENTE se basa en creer en esa mentira, sí lo es. (Por favor creyentes, no se enojen, es solamente una nota y yo escribo porque de verdad me interesa encontrar gente que piense igual a mi, y me gusta expresarme. Odio estar callada y no mostrar lo que a mi me parece que es así).Yo sí creo en que ayudar hace bien, en que tener compasión y respeto es lo correcto. Yo tengo moral, y creo en ella. Creo en que la paz entre todos se puede lograr, con un delicado equilibro. Yo creo en la política, en la buena política. No creo en los políticos, y menos en los que nos gobiernan. No me gusta el peronismo. No creo y creo en muchísimas cosas. Creo en el Buda, a iluminación es una de las metas a la que voy a tratar de llegar en mi vida; no digo ahora eh, para eso tengo mucho tiempo, soy demasiado joven para meterme en cosas tan grosas y que necesiten de esfuerzo y mucha dedicación. Creer en el Buda es algo completamente distinto a creer en Dios. Porque el Buda no era un ser todo poderoso, era un príncipe, que nunca había visto la tristeza, el hambre, la pobreza, y que al ver toda la mierda en la que un pueblo puede convertirse, decidió ayudarlos; y para eso decidió comenzar por sí mismo, y su proceso a la luz. Para esto tardó años, con un proceso duro, con mucha dedicación y paciencia. Al cual llegó. Ayudó a muchísimas personas a llegar a tal estado. Eso mismo quiero hacer yo. No se si ayudarlos a llegar a la iluminación, sino ayudarlos a llegar a ser mejores personas. Pero primero quiero comenzar a serlo yo. Diferencias hay muchas. Y esto se puede comprobar con hechos, con años, con personas. No con cuentos, ni años AC. No quieran lavarme el cerebro, no tengo ganas de ser ilusa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario