martes, 27 de noviembre de 2012

Silencios. Miradas. Corazones partidos en más de dos pedazos. Aguantarse el llanto. Entender, recapacitar. La cruda verdad amanece entre las cabecitas de cada uno, y nos picotea, nos avisa que todo esto es cierto, que no es fantasía. Caemos en la realidad. No sabemos que hacer qué decir. Ya pasó lo peor ¿Asumir? No, no todavía. Estamos juntos, nosotros, amigos del alma, compañeros fieles y leales. Risas, pero con un profundo sabor a amargura. Queremos estar bien, lo intentamos; lo hacemos por ella, porque nos necesita. Negar las cosas nunca nos hará bien. Evadirlas menos. Pero ¿cuánto pasó? Apenas unos días. Necesitamos evadir, solamente por esta vez. El año más duro se aproxima, pero no hay que temer, los amigos verdaderos siempre van a estar. En las buenas, y en las malas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario