martes, 7 de mayo de 2013

A veces me gusto.

Me gusta ser así como soy. Reírme por todo, ser desordenada, indecisa, inteligente, astuta, idiota, lenta. Me gusta admirar a la lluvia, asustarme con las tormentas, preocuparme por la tierra. Me gusta ser única, ser distinta, ser "rara", como dicen mis amigos. Me gusta tener brackets y no tener vergüenza de mostrarlos. Me gusta sentirme linda, sensual, y al otro día odiar mis piernas, mi cara, mi pelo, mi panza. Me gusta que me guste leer, que me guste escribir. Amo cantar, me gusta la energía que me da, me gusta esa paz. Me gusta que me guste. Me gusta poder tener distintas ideas, e ir cambiándolas con los años. Adoro conocer gente nueva, y ahora voy a hacer un hincapié con ese tema... La verdad no entiendo qué tiene la gente en contra de conocer a otras personas. Conocer nuevas rostros, nuevos cuerpos, nuevos besos, nuevas manos, nuevas miradas, nuevas risas, nuevas voces, nuevas actitudes, nuevas ideas. Muchas veces creemos que es inservible, que estamos bien con las que tenemos. Pero, ¿eso que tiene que ver? Mirá si encontrás a una persona que te haga conocer otro mundo, que te haga ver el otro lado de la vida, o que te haga sentir algo en el estómago que nunca sentiste ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a rechazar esa oportunidad que te da la vida? Todo pasa por algo, creo yo. Nada es casualidad. Y si alguna vez nos vimos con una persona, hablamos con ella, o la conocimos, fue porque lo necesitábamos, porque fue necesario, o porque el destino quiso que nos cruzáramos. No dejemos pasar las conformidades que nos da la vida. Y antes de no hacer una cosa preguntémonos algo,
si no es ahora, entonces ¿cuando?

No hay comentarios:

Publicar un comentario