viernes, 18 de mayo de 2012

Creo que, todo tiene que ver con todo. Todo vuelve, todo se transforma, todo sigue, todo finaliza, todo fluye, todo se expande, todo se achica, todo se puede analizar, a todo se le encuentra explicación, todo tiene pregunta y respuesta, todo se arregla... Pero ¿Todo se puede oler? ¿Todo se puede comer? ¿Todo se puede masticar? ¿Todo se puede observar? ¿Todo se puede escuchar? ¿Todo puede ser capturado por cámaras fotográficas? Quizás si, quizás no, nunca me puse a escuchar el sonido de la madera, a oler al celular, observar el aire, a comer metal o a hacer un CLIK cuando veo una abeja que esta girando y girando por ahí.
Y a lo que yo llegaba, es que, como todo tiene que ver con todo, nosotros siempre buscamos -todos, nadie lo niegue-, una razón, una creencia o un respaldo en el cual sujetarnos. "Estoy con muchos dolores de cabeza, y si, es el ojeo, me miraron mal hoy" ; "Voy a portarme bien hoy, así el señor va a bendecirme mañana" ; "Creo que voy a escuchar un poco de música, quizás me relajaría más". Si, quizás, muchas cosas puede que sean ciertas. Dicen que cuando te miran demasiado, y sienten celos, duele la cabeza. Dicen que si hoy haces algo por ellos, mañana ellos harán algo por vos. Y si, hay muchísima música que te va a relajar. Pero, es todo psicológico. De ahí viene, la psicología es el centro de todo, de los malos y buenos comportamientos, de las creencias, de los "No me gusta esta verdura" o de los "El tango aburre, prefiero Rock". Es obvio que si yo creo en algo, voy a pensar toda mi vida respetando esa creencia que tengo. Toda tu vida va a estar 'Dios' a tu lado, si vos toda tu vida pensás respetarlo. Toda tu vida vas a creer que te están ojeando, si vos pensás que apenas una mala mirada es una escena de celos hacia tus cosas. Es obvio que, si crees en la música, ella va a ayudarte a solucionar tus problemas. Yo, por ejemplo, creo en el poder de la música, de los sonidos. Creo que toda canción nos hace sentir, expresar, observar algo. Todo sonido nos hace recordar a cosas pasadas, a sueños perdidos.. Por eso mucha música relaja, por eso otra música te hace colapsar, otra te hace sentir cómoda. Hasta tocar un instrumento es terapéutico, es como que concentrás toda tu energía y seguir algo que te super encanta, y cuando lográs hacerlo es tan placentero. O cuando cantás, cuando cantás  y no te sale la nota. Tirás, y tirás, y tirás las cuerdas, hasta que por fín, tu voz llegó a la nota que tanto soñabas.
Todo tiene que ver con todo; toda creencia, todo respaldo, tiene un fin de algo. Tus comportamientos, tus metas. Y, es lindo, es lindo tener metas a donde llegar, y en donde sujetarte. Sino ¿Quién va a sostenerte en la baranda de la vida, si no son tus creencias, tus sueños, tus miedos, tus metas?

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