miércoles, 5 de agosto de 2015

Existo.

Cuando hay peleas, uno dice muchas cosas que a veces nunca quiso decir. Se le pasó por la cabeza y PUM lo dijo. Y eso es lo peor.
A veces, no nos damos cuenta de cuánto lastimamos a una persona. Terminamos discutiendo sin sentido, y nos herimos, hasta parece que apropósito.
Pero uno nunca quiere herir apropósito. Uno busca lo mejor para el otro, busca dar amor y recibirlo.
Cuando uno da amor, muy pocas veces entiende por qué.
Creo que, el amor no tiene un por qué.
Uno no nace sabiendo qué es amar. Solo pasa, y listo.
Y yo te amo. Te amo y no entiendo por qué lo hago.
Te amo y odio las discusiones y el sentirte lejos.
Te amo y te lastimo, pero no quiero.
Te amo hasta las entrañas, te siento en todos lados, te siento adentro. Te siento dentro de mis entrañas, dentro de mi cabeza, dentro de mis ojos, de mi boca, de mis huesos. Te siento tanto que duele.
Te siento y te admiro.
Te siento y me odio.
Te siento, y siento que no te doy todo lo que soy.
Y cada vez que te siento, te amo.
No sé por qué te amo. Quizás es por tu sonrisa, o tus ojos sinceros. Quizás te amo por tu espalda, por tus manos. Quizás te amo por tu sinceridad. Por tus recuerdos, por tu presente. Quizás te amo porque sos dulce, porque sos sensible y bueno.
O quizás te amo por nada. Te amo porque te amo, y punto.

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