miércoles, 19 de agosto de 2015

Día 7.

Miércoles.

¿Por qué día 7? Porque el sábado, domingo y lunes te ví. Fue un fin de semana movidito. Nos fuimos a tu quinta con los chicos, yo la pasé hermoso. Te extrañaba tanto. Extrañaba tanto tu piel, tus besos, tus ojos tus abrazos, tu voz.

Y hoy, día miércoles, es el día siete sin verte. Jueves y viernes fueron eternos. Martes, y ahora miércoles, también lo son.
Es agonizante tener que estar lejos tuyo. Me molesta el hecho de no poder hablarte en la cara, de no poder tocarte.

Hoy en el curso tuve que hacer una autobiografía mía en una línea de tiempo, desde que nací hasta ahora. Y tenía que llevar objetos que me representaran. Llevé nuestra pulsera, y vos estás en la línea de tiempo, al final, como broche de oro. "Me puse de novia", escribí, con un corazón al lado. Haber pasado por todas esas cosas y ahora estar con vos para mi es la gloria.
¿Nos peleamos? Sí, mucho.
¿Se arreglan esas peleas? Sí, siempre. ¿Por qué? Porque nos amamos.
Quiero estar con vos todo el tiempo a todas horas.
A veces no me se expresar con exactitud, pero, nada, vos me conocés. Soy media vueltera, muy insegura, indecisa. Aunque, hay muchas cosas en las que sí estoy segura y no soy indecisa. Estoy segura de que te quiero, que te amo y que cuando estoy con vos la cabeza se me da vuelta, y la panza se me llena de mariposas. Y tomé la decisión de que iba alugar por eso que tengo con vos, por nosotros, por estar juntos.
Cuando te volví a ver el sábado, y te dí un beso... sentía que de mi boca salían hormigas, que me recorrían el cuello, y que me llegaban a la panza; y que esas hormigas no paraban de dar vueltas, de darme cosquillas. Sentía que necesitaba ese beso.
Día siete de mi diario sin vos. El día siete lo pasé pensando en vos.

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