Justicia.

La lucha es constante, es precisa, es única, y tendría que ser irrepetible. El Dorrego se pone las pilas, como creo que nunca antes, desde que yo estoy en el centro. De una vez por todas todos nos damos cuenta que esto no da más, que esto no puede seguir siendo así, que no es cosa de 'Bueno, esperemos a que nos dicen' ¿Por cuánto tiempo querés esperar la respuesta? Estamos hartos de la bicicleta que yira y yira, estamos re contra remil podridos de las mismas acciones pospuestas, necesitamos que nos convenzan de una vez que las personas que supuestamente están a nuestro favor, se hagan cargo. Podridos estamos de que todo se tenga que tapar con plata, y que no muestren la verdadera realidad: Que esa plata que usan, la podrían usar para otras cosas, y que falta para las escuelas públicas. Es una falta de respeto que nos vengan a reírse en nuestros rostros y que, por encima de todo, vengan sin una respuesta. Lo que hay que poner en claro acá, es que no es cosa de los alumnos nada más, que los profesores, los preceptores, los directores, los secretarios, sufren de todo esto todos los días, y quizás hasta más tiempo, y mucho peor. Un amigo me dijo una frase que me penetró en el corazón, y que todavía sigue en mi cabeza dando vueltas... 'Ellos se cagan en plata, y nosotros nos cagamos de frío'.