miércoles, 26 de septiembre de 2012

Feliz.

Pensar y pensar, en qué nos pasó, que cambió, y después entender toda la situación. Entender que lo peor es que nada que cambió, que necesitaba ser cambiado pero que no iba a poder serlo, por negación quizás, o simplemente por vagancia. Pensar, y darte cuenta de que no necesitabas eso que tanto pensabas que necesitabas, darte cuenta de que la gente que te rodea te da más amor que una sola persona. Sí, me dí cuenta de que no necesito a alguien para poder ser feliz, no ahora, no quiero. Quiero nada más a mis amigos, ellos sí me hacen feliz. Pero es distinto que tener solamente a una persona. Mis amigos, mis sueños, mis metas, esas cosas son las que verdaderamente me provocan felicidad. Pensar que antes pensaba tantas cosas que hoy no pienso. Todas estas cosas que me están pasando me hacen madurar de una forma bastante constructiva, me hacen pensar en todo lo que sucedió y en lo torpe que aveces puedo ser. Bueno, básicamente soy torpe todo el tiempo, hago las cosas sin pensarlas. Me pongo feliz por todo, río por todo, lloro por todo. Y bueno, es mi personalidad, es la que el Big Bang me dio, es la que mis experiencias me dieron, la que la gente me hizo buscar y me hizo entender que está bien. No se, no me gusta pensar las cosas, me gusta hacerlas así, rápidas, aunque esté mal, pero aprender nunca está de más, mi personalidad va a seguir evolucionando durante todos mis años, y esperemos que para bien. Yo soy así, hay que aguantarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario