No saben lo que es estar recién operada de un oído, tener una venda que te recubra toda la cara como una vincha, y tener tanto dolor. No saben lo que es estar comiendo base de gelatina y postresitos, vitina, no poder comer cosas duras porque te duele asta masticar. No saben lo que es no poder cepillarse bien los dientes porque no podés abrir la boca. No saben lo que es no poder bañarse bien, porque tenés que tener cuidado de no mojarte la venda. No saben lo que es no poder dormir bien, porque hasta tocar la cabeza con la almohada te duele.
De verdad, que este dolor infernal, me hace pensar que las otras personas muchas veces no pueden quejarse de nada. Les juro, que no le deseo a nadie este mal, aunque lo odie con toda mi alma, creo que esto sería un castigo demasiado doloroso.
Pero, dentro de todo, hay que bancársela, porque.. Todo esto en algún momento se va a terminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario