lunes, 26 de agosto de 2013
No me abandones. No lloraré más, no voy a hablar. Me ocutaré ahí para mirarte bailar y sonreír, y al escucharte cantar y después reír. Déjame convertirme en la
sombra de tu sombra
. La sombra de tu mano, la sombra de tu perro.
No me abandones.
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