Recapacitar.

¿Nunca quisiste saber cómo sería el mundo si vos no existieras? Yo si. Hay momentos en los que pienso que todos hubiesen tenido una mejor vida sin mi. Mi mamá no hubiese tenido tantos problemas, no hubiese tenido que trabajar porque faltaba dinero para su primera casa. Soy su primera hija, adolescente, siempre le traje líos, tuvimos que ir a miles de médicos desde que tengo memoria. Mi papá igual. Se rompe el lomo trabajando, y todo porque yo necesito hacerme tratamientos, o se me ocurre querer tal cosa y querer tal otra; típicos caprichitos de una nena mimada como yo. Mi hermano... Creo que él sería completamente distinto sin mi. Hasta me animaría a decir que hablaría más, porque yo siempre hablo tanto que hay momentos en los que lo tapo, pero no me doy cuenta, no es mi intención hacerlo. 
Mis amigas, creo que mis amigas también hubiesen podido vivir tranquilamente sin mi, sin una persona que les esté jodiendo todo el tiempo, hablándoles, molestándolas, pegándoles. Pero a veces, solo a veces, recapacito, miro al norte, intentando nunca caer en el sur, en las cosas a las que temo. Y si caigo en eso, sobrepasarlas, poder vencer mis miedos. Intento nunca caer, entender que todos vivimos para un motivo, que todos llegamos a este mundo con una misión, y que nos vamos cuando ésta es cumplida. El destino nos cruza con las personas por algo en particular, y es porque esas personas nos enseñan algo de la vida, pero cuando ya no se puede más estar con ellas hay que darles un amoroso adiós, desearles suerte, nunca olvidarlos. Nunca hay que arrepentirse de nada, porque nosotros hicimos 'eso' por algún motivo, que en su momento nos hizo mal. Pero sobre todo, antes de hacer cualquier idiotez de la que luego nos arrepintamos de verdad, tenemos que entender que todos somos humanos, que todos cometemos herrores, que ninguno es un santo que jamás se equivoco, y que hay que aprender a entender. Eso debe de ser una forma de vida, para todos.

'Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da. Nada es más simple, no hay otra norma. Nada se pierde, todo se transforma.' 

Jorge Drexler.