sábado, 4 de octubre de 2014

Lástima.

Estaba pensando en hacía cuánto no escribía. Me dió lástima pensar que fue hace un mes. Agarré mi netbook, y me di cuenta que estaba toda polvorienta. Me dan lástima las cosas que tienen polvo, significa que solo están de adorno y, por el polvo, que ni siquiera es tan importante como para ser cuidado.
Limpié el polvo con la mano, en la otra tenía un cuchillo. Porque no solo tenía polvo, sino que mi netbook está rota y para prenderla se necesita de un cuchillo. También me dan lástima las cosas rotas, pero me gusta que haya ciertas cosas rotas que pueden seguir usándose. Como la perilla para encender, o las lapiceras que tienen rotas la cola, o los libros que tienen rota una página.. Se pega con cinta y ya está, problema resuelto.
Pero sin embargo me dan lástima las cosas que cuando se estropean ya no tienen utilidad. Como el adorno de la abuela que nos regaló en nuestro cumpleaños, o el mate que se compró tu viejo, ese de Santa Fé.
Aunque más lástima me da la gente que no sabe cómo usar eso que sirve pero que deteriorado está. Esa gente que se resigna y prefiere comprar algo nuevo. Como un corazón. A mi me han desbaratado el corazón y mírenme. Yo sí lo sé usar, porque sigue dando amor sin necesidad de recibirlo.
Me da lástima también la gente que no confía en sí misma. O la gente que transmite esa desconfianza a otras personas. O la gente que no confía en nadie más que en sí mismo.
Me da lástima la gente que no sabe disfrutar de lo que le depara la vida. Un beso, un mate con tu vieja, un buen libro, un parcial aprobado, la alegría de haber conocido un paisaje nuevo, la lluvia después de la sequía.
Me da lástima que haya gente que llora porque perdió su teléfono, cuando hay gente que llora de hambre.
Me da lástima la gente que llora porque la dejó el novio, cuando quizás a un par de cuadras de sus casas hay alguien que está llorando porque el novio le pega.
Me da lástima la gente que piensa que ser adoptada es un asco, cuando hay un pibe que espera todos los días mirando desde su ventana que un padre se apiade de su cuerpo, le de amor, un techo, comida.
Me da lástima la gente que piensa que la homosexualidad es una enfermedad, cuando una enfermedad es la homofobia.
Me da lástima que todavía en el siglo XXI tengamos que ver esas propagandas estereotipadas, afirmando que la Reina tiene la solución para las manchas de tu cocina.
Me da lástima la riqueza.
Me da lástima la gente deshonesta.
Y hay algo que es aún peor, me da lástima la gente que solo pretende dar lástima.

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