jueves, 17 de julio de 2014

Me gusto.

No me gusta escribir cosas tiernas.
En realidad, anteriormente lo hacía, pero creo que mi ternura escrita se esfumó. No es algo de lo que esté contenta, creo que mi ternura sale nada más con aquella persona que me hace sentirla.
También, creo que no necesito mostrar mi ternura. Me siento medio estúpida al hacerlo, aunque es estúpido sentirse así.
Pensándolo bien, me gusta escribir cosas tiernas, pero ya no las veo necesarias. Creo que dejé de sentirme la típica adolescente que es enamoradiza y se vuelve estúpida con el amor. Lo que no quiere decir que no sienta tal amor.
No se pueden imaginar lo feliz que estoy, no pueden imaginarse cuánto lo extraño si no lo veo por un día. No pueden imaginarse lo bien que me siento conmigo misma.
Quizás no recuerden esto, porque quizás no soy la chica más leída en los blogs, pero estuve mucho tiempo sola, sin novio. Y la verdad es que agradezco con el alma haber estado todo ese tiempo sin tener que preocuparme por gustarle a alguien. Estoy feliz conmigo, con mi cuerpo, con mis piernas, con mi cara. Sí, está bien, tampoco es que estoy tan conforme. Sé que puedo estar mejor, pero me gusta cómo estoy. Me gusto, me agrado, me miro al espejo y siento que estoy bien, que soy una mujer linda y feliz. Terminé de sentirme así con él, que aunque hayamos estado solo dos meses juntos, me ayudó muchísimo.
Cosas de la vida, vió.

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