De repente una mañana cuando desperte,
me dije: todo es una mentira.
Fue mi culpa enamorarme de tu
inmadurez, creyendo que por mi tu cambiarias.
No me queda ya mas tiempo para mendigar,
migajas de tu estupido cario. Yo me planto y digo basta,
basta para mi, porque estoy desenamorada de ti.♪
No hay comentarios:
Publicar un comentario