La agarró de la cadera mientras ella caía entre sus brazos, sus besos eran totalmente adictivos, inevitable resistirse a tal droga. Cuando sus labios apenas rozaron ninguno se resistió, ella lo agarró del rostro, mientras el acariciaba su espalda. Ella agarraba su cabello despeinado, mientras él su cabello tocaba. -Te amo..- Anunció el. -Yo más.- Contradijo ella
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