lunes, 22 de junio de 2015

Verde.

-Silencio.
Tic tac, tic tac, tic tac, tic tac, tic tac... La luz del velador pega contra la pared blanca, creando un color mas amarillento de lo que se espera.-

Nunca supe cómo empezar una entrada, y menos cómo terminarla. Pero, sí sé cómo llenarla. O bueno, eso creo.

-El buzo verde musgo que te prestó cuando tenías frío aquella vez, lo tenés puesto. Aún teniendo otros buzos, otros sacos; su buzo verde es tu abrigo, tu calor. Y no por no tener ropa, sino porque lo extrañás tanto, que pensás que por el hecho de tener su buzo él está ahí. Y la realidad es que sí lo está. Está en todas partes. Está cuando te metés los dedos en la boca y escuchás ese "¿Qué estás haciendo? Sacá los dedos de ahí".

A veces te das cuenta de lo tonta que sos. Te hacen ver las cosas y te sentís tonta, porque sabés que tienen razón y eso no te gusta. Pero hay que aprender de lo que no gusta de uno mismo, ¿no? Para cambiarlo, porque a veces no está tan bueno.-

El tener este humor molesto, estar siempre a la defensiva; me hace acordar a la primaria,a donde si no te defendías eras carne para leones. Instinto de supervivencia le decían. Pero ahora, ¿quién me ataca? O mejor dicho, ¿me atacan?

-Las cosas que uno te dice, no es para dañarte, no es para lastimarte, es para hacerte entender por qué te sentís así, te sentís enojado, te sentís a la defensiva y siempre molesto.
Hay que aprender a aceptar y cambiar.
Silencio.
Tic tac, tic tac, tic tac..
Te acabás de dar cuenta que el verde musgo no te queda tan mal.. Quizás te quedes durante mucho tiempo con ese buzo.-

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